Recordadme.

Si olvidara todo lo que sé, llenadme por favor la vida de los mismos recuerdos, de los malos y de los buenos, porque a todos los necesitaré, porque todos me servirán, porque no podría vivir sin ellos. Si mi mente se quedará en blanco y del pasado no recordara nada, tendréis la obligación de no inventar para mí nuevas emociones y sentimientos porque quiero que mi corazón vuelva a emocionarse con lo que una vez lo hizo, quiero que siga viviendo como antes lo hacía, no quiero nada nuevo para él porque así me lo pide. No quiere sentir el vacío de lo que no conoce, quiere pisar el mismo suelo, mirar el mismo cielo, que la primavera siga teniendo ese olor. No querré que nada cambie aunque para mí la vida sea distinta. Si olvidara todo lo que sé, por favor, recordadme cada día quién fui.

Si mi mente, por algún extraño y cabrón giro de guion, se apagara, devolvedle la luz a base de recuerdos, decidme todo lo que hoy me decís, ponedme las mismas canciones que hoy escucho una y otra vez, cocinadme los mismos platos, ponedme las mismas series de televisión en bucle, paseemos por los mismos lugares, tomemos café en las mismas tazas, vayamos a los mismos bares, ponedme las mismas zapatillas, los mismos pantalones, las mismas camisas. Si olvidara todo lo que sé, llevadme a los mismos lugares que juntos visitamos, llevadme al norte, a todos los nortes que compartimos, llevadme, cuando más apagado esté, a la ciudad de la luz, llamadme como hoy me llamáis, con el mismo tono de voz. Miradme como hoy me miráis. Tocadme como hoy lo hacéis. Queredme como hoy me queréis.

Si mi mente, porque así tiene que ser y así está escrito, perdiera uno a uno todos los recuerdos que guarda desde hace tantos años, os pido que volvamos a hacernos las mismas fotografías, que me escribáis las mismas cartas, que bailemos en las mismas fiestas, que me hagáis los mismos regalos, que montemos en las mismas bicicletas, que vivamos los veranos con la misma ausencia de preocupación y responsabilidad. Si lo olvidara todo, recordadme cada día lo que una vez viví porque para qué tener nuevos recuerdos si los que hoy tengo me hacen tan feliz. Para qué una nueva vida si ésta, con sus cosas, es de la que realmente no quiero desprenderme. Es de la que no puedo olvidarme.  Para qué otra vida si todos los que estáis sois cuanto necesito.

Si por lo que sea, por lo que tenga que venir si no podemos detenerlo, mi mente tal y como la conocemos, desapareciera, ponedme sobre la mesa un lápiz y un papel y dejadme recordar. Pero no os vayáis muy lejos porque los momentos, sean buenos o malos, están ligados a las personas y si quiero volver a escribir la misma historia, os necesitaré bien cerca. Si alguna vez lo olvido todo, recordarme que no os olvide.

Recordadme cada día, por favor, que mire la luz de las ventanas. 

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