Escenarios.

          Tranquila, sé cómo te sientes. Estás leyendo pero no comprendes ni una sola palabra. Incluso se te ha olvidado qué historia estás leyendo. Sabes que estás esperando al Metro porque oyes el ruido de la megafonía y porque un desconocido se ha sentado junto a ti. Perdona si te he asustado. Solo venía a decirte que sé cómo te sientes.

            Déjame que adivine. Hoy para ti no va a ser un buen dia. Te ha costado levantarte para, otra vez, vivir una vida que no sabes cómo cambiar. Amanece más tarde pero te vienes arriba por un segundo pensado que anochecerá más tarde aún. Te gusta el Sol, aunque hoy sabes que estará todo el dia lloviendo. ¿Estoy en lo cierto? Te gusta que los dias duren más. Te has vestido de manera mecánica, sin esfuerzo, total, nadie te va a decir si vas guapa o no. Sientes que a veces eres invisible. Quizá lo seas porque, es posible, ahora caes en ello, que este no sea tu sitio. Pero si no lo es, ¿cuál será? Por eso para ti hoy no va a ser un buen dia, porque no sabes cuál es tu sitio. Y no sabes si en algún momento lo vas a encontrar.

            Hoy todo se mueve demasiado rápido, como tu pierna derecha. Piensa que quizá por ese movimento no consigues concentarte en la lectura. Piénsalo. Las letras se tambalean. Las frases pierden sentido. No entiendes nada. Y tú pensando que eso no podía suceder. Ni tampoco que podría hacerlo tu vida; tambalearse, perder sentido, no entenderla. Que no te sintieras parte de ella. Hoy sabes que no estás donde deberías estar, pero ¿y dónde deberías estar? Si este no es tu lugar, ¿cuál es? ¿Alguna vez has estado en el lugar correcto, en el momento cierto? Y si fuese así, ¿porque no continuas ahí? ¿por qué te alejaste de aquel lugar, de aquel momento? Lo sé, soy un desconocido que viene a atormentarte con preguntas a estas horas de la mañana de un lunes de abril que amaneció con demasiada lluvia. Puede ser que tampoco este sea el lugar ni el momento para la primavera. ¿Lo ves? Tranquila, no eres la única que se sabe fuera de lugar.

            Pero sé cómo te sientes. El propio cerebro se afana en imaginar y diseñar escenarios perfectos donde somos felices. Ninguno se parece a la realidad. Para tu cerebro cualquier lugar fuera de esta estación es el perfecto. Ya sea presente, pasado o futuro, para él siempre hay un lugar mejor. Y mientras esos pensamientos se suceden en nuestro cuerpo crece una irreal sensación de euforia, de tranquilidad y relajación. Imaginamos escenarios perfectos, como te digo, porque en el que estamos, por la razón que sea, no estamos agusto. Algo falta. Algo sobra. O nada falta ni nada sobra. No lo sabemos. En nuestros escenarios perfectos esas dudas no existen porque todo está bajo nuestro control, todo depende de nosotros. Nuestra vida es nuestra, de nadie más. Lo que no nos gusta, simplemente, no está.

            Tranquila. El libro puede esperar. La vida también. Imagina que no estás aquí. Imagínate en el lugar exacto en que te gustaría estar.


            Sueña con tu escenario perfecto

Comentarios

  1. Muy bonitas palabras :) Me a gustado mucho tu post,todos alguna vez en la vida nos hemos sentido fuera de lugar pero supongo que es normal ya que no siempre tenemos el mismo estado de ánimo ni las mismas ganas ni fuerzas,Besitos :)

    ResponderEliminar
  2. Me encanta tu relato pero mas aun tu forma de hacerlo cercano.
    Saludos

    ResponderEliminar

Publicar un comentario