Linha amarela.

   ¿Tú sabes quiénes son Patrick Woodrow y Hans Mattew? Verás, son dos investigadores de la universidad de Bath. Hasta ayer yo tampoco sabía quiénes eran, pero verás, es algo curioso, te va a gustar. Patrick y Mattew determinaron que hacen falta dos años, pero dos años enteros para que el amor verdadero se dé entre dos personas. Dos años. Venticuatro meses. Setecientos treinta dias. ¿Te lo puedes creer? Pues ahí es donde digo que esto te interesa porque creo que nosotros podemos demostrar que eso es mentira.

¿Cuánto hace que nos conocemos? ¿Dos, puede que tres paradas de metro? Eso da igual, en realidad ni nos hemos presentado, ni me has mirado, pero es tiempo más que suficiente. Hace cinco minutos. Trescientos segundos. Aproximadamente, groso modo, diez empujones y tres pisotones después. No me digas que no es tiempo más que suficiente. ¿También es hoy tu primer día de universidad? Claro, claro, por eso tienes los ojos tan abiertos. Puede que estés nerviosa y por eso no dejas de sonreír. Si no me tomaran por loco te prometo que yo también lo haría. Si no fuera porque te tengo delante pensaría que una sonrisa tan perfecta no es posible. Madre mía, perdóname, de verdad, estoy hablando demasiado. ¿Quieres que me calle? ¿Esa sonrisa significa que no? ¿Me dices como te llamas? ¿Cuál es tu color favorito? Vale, vale, ya me callo...

Pues eso, que el estudio dice que dos personas no experimentan la sensación real de amor verdadero hasta los dos años de relación. Y yo me preguntaba si te gustaría vivir deprisa, si te gustaría quemar conmigo las venticuatro hojas del calendario sin dejar de sonreír un solo instante y besarnos antes de la siguiente estación. Vale, perdona, tienes razón, quizá eso sea vivir demasiado deprisa. Pero me encantaría besarte y que tú te dejaras. ¿Esa sonrisa es un sí? ¿Lo es? ¿Me estas mirando? ¿A mi?

         Por cierto, si vamos a estar juntos en esto seré sincero.. Patrick Woodrow y Hans Mattew no existen. Pero el estudio sí, el estudio es real, tan real como lo que está pasando ahora mismo, tan cierto como que estoy exagerando al decir que estoy enamorado y tan real como la sensación de que todos en este vagón me escuchan menos tú. Por que tú no me escuchas, ¿verdad? Joder, esto es una locura, así, con prisas y a lo loco, sin preparación ninguna, si darte un simple aviso de lo que sucede, si haberte invitado a un café o sin saber por lo menos qué tipo de música te gusta.

Pero un momento, ¿Dónde vas? ¿Te bajas ya? ¿Esta es tu parada? ¿Pero no ibas también a la universidad? ¿Pero no íbamos a vivir deprisa? ¿Pero esto no era para siempre? Claro, claro, seguro que te espera alguien, de ahí esa sonrisa, de ahí esa mirada, de ahí ese jersey que parece nuevo. Ahora lo entiendo todo.

Pues nada, querida desconocida de sonrisa perfecta. Si no volvemos a vernos recuerda que una vez fuimos eternos, que nos quisimos deprisa aunque tú no lo supieras. Mañana te espero aquí, en el mismo sitio y a la misma hora. Por si te ocurre regresar.

Y por cierto, por si te interesa, mi color favorito es el azul.

Comentarios