De cuando éramos nosotros.
Por más que mire a mi lado y te vea, te noto lejos, muy
lejos. Noto tu ausencia, noto que no estás y que hace mucho tiempo que te has
marchado. Ya ves, tú y yo que quedamos en que eso no pasaría; tú y yo que
prometimos que nada iba a cambiar.
Te miro
y solo veo un cuerpo inerte, sin alma, que mira fijamente la televisión y
parece que ni respira. Si nada hubiera cambiado ahora mismo estarías mirándome
a lo ojos diciéndome lo mucho que me quieres. O no diciendo nada, simplemente
mirándome como hacías antes. Pero ya no eres quien eras. Parece ser que ninguno
lo somos; tú y yo que nos creímos únicos, quién sabe, si algún dia volveremos a
serlo.
Si todo
fuera como siempre fue me hubieras acariciado el pelo mientras leía, no te
hubiera importado que esta mañana pasara al baño mientras te duchabas, ni
tampoco te molestaría que mirase el móvil mientras cenamos. Pero qué quieres,
ya casi no hablas, el silencio se hace insoportable. Has conseguido que no
tenga ganas de hacer nada porque por ejemplo, si todo fuera como siempre, ahora
pensaría en provocarte para que en cinco segundos estuviéramos sin ropa. Pero
al final tu apatía provoca la mía y así es imposible. Las ganas me duran el
tiempo justo de pensarlas y poco más, después te miro y se esfuman. Y ya no sé
si es por ti, si es por mí o por los dos.
Si nada hubiera cambiado, hoy
nos habríamos besado en el ascensor, hubiéramos preparado juntos la cena,
gritarías cariño desde la habitación sin necesidad de respuesta, si nada
hubiera cambiado todo sería como antes. Y lo único malo de todo esto es que no
sé lo que ha cambiado. Lo pero de todo esto es que nadie nos avisó de que podía
pasarnos a ti y a mi, a nosotros, que nos creíamos especiales. Tú y yo, que ya
no somos quienes fuimos y no sé si volveremos a serlo.
¿Acaso no te das cuenta de
todo? Por favor, mírame, cógeme de la mano, dime qué piensas, dime qué sientes.
Solo necesito saber que eres quien eras, quiero que me hagas ser quien fui, que
todo sea como antes, que tengamos una nueva oportunidad porque empieza a
aterrarme la idea de dudar de nosotros, a dudar de lo que fuimos, a dudar de
ser ahí donde quiero volver.
Porque no sé siquiera si esto
es para los dos.
Y así es como tú y yo nos
prometimos que jamás sería nuestra vida
Pero no te preocupes, no quiero
estropear este momento en el que por lo menos estamos cerca. Sé que me
preguntarás si me pasa algo y yo, sin mirarte, te responderé que no sé qué haremos
mañana de cenar.
Y entonces sí, todo volverá a
ser como antes, aunque sea por un instante volveremos a escuchar nuestras voces
y si me lo permites te cogeré de la mano, me acercaré un poco más a ti y te
demostraré lo mucho que te necesito.
Y que lucharía por ti cada día
como nos prometimos tú y yo cuando nos creíamos invencibles, únicos.
Como nos prometimos cuando tú y yo éramos, sin
más, tú y yo.
Comentarios
Publicar un comentario