Cadeau d'anniversaire tardive.


Fueron, sin quererlo, tu curiosidad innata y un cómplice dial quienes nos dieron la oportunidad de vivir aquel momento, nuestro primer momento. Y yo, que andaba aún buscándolo, sin pretenderlo y sin lazo rojo,  por fin te entrego el regalo de primer cumpleaños que aún te debía. Querido Guillermo, mi regalo es y será por siempre esta canción, nuestra canción. Me miraste sorprendido, quizá atónito por descubrir que con tu dedo eras capaz de crear sonidos pulsando un simple botón, quizá sorprendido por ver una sonrisa aún más grande en mi cara de lo que ella misma podía soportar, quizá feliz porque nuestras miradas fueron una y, sin darnos cuenta, nuestros cuerpos pidieron un abrazo; el mío quería el tuyo, el tuyo buscaba el mio…don´t worry, be happy, siempre que lo busques, lo encontrarás.
Siempre pensamos que las cosas grandes cambian el mundo y nuestra manera de entenderlo. Mientras miro cómo duermes, seguramente soñando con un mundo que aún no conoces del todo y te sorprende cada día, caigo en la cuenta de que los regalos más preciados vienen en cajas pequeñas, que las horas no serían nada sin los segundos, que las manos más pequeñas pueden dar todo el calor que necesitemos, cuando más lo necesitemos, cuando más falta nos haga. Caigo en la cuenta de que hasta la montaña más dura y fuerte se desquebraja por la más pequeña de sus grietas. Que el león más fiero y gigante dejaría de luchar si le faltara la más pequeña de sus garras. Los motivos para seguir adelante siempre son pequeños. Tú, tan pequeño como te creemos, eres la razón más eterna e inmensa que aún conservo. Tanto que ahora me aterra la idea de que algún día la vida o la memoria nos juegue una mala pasada y olvidemos que hoy decidimos al unísono no preocuparnos, ser felices, sonreír cada vez que nos haga falta un abrazo y estemos separados, cada vez que recuerde esa dichosa media melena rubia que tan jodidamente guapo te hace, cada vez que rememore tu manera de correr buscándome, siempre con la sonrisa dibujada, cada vez que el sofá me devuelva la imagen de la criatura más dulce que se ha dormido entre mis brazos, cada vez que me visite el recuerdo de la primera vez que creí que me llamabas tío, cada vez que me acuerde de todo lo que aún nos queda por vivir, por descubrir, por aprender. ¿Me guardas un secreto? No pensé que podría llegar a quererte tanto. Recuerda estas palabras siempre porque los hombres tenemos la idiota costumbre de querer aparentar ser más fuerte de lo que somos en verdad. Y creeme, cuando el corazón se emociona, nos mostramos como somos en realidad. Frágiles.
Nuestra canción es y será esta para siempre, querido Guillermo…when you´re worried, call me, I make you happy…don´t worry…be happy.
Tarde, pero feliz primer año de vida. Sopla las velas de la tarta en sueños, ya es muy tarde. El mundo que cada noche imaginas te está esperando.
Buenas noches.

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